De la IGLESIA DE SAN BERNARDO no se conserva más que la fachada, pero merece la pena acercarse hasta ella. El hastial es un retablo de piedra plateresco de dos cuerpos divididos en tres calles separadas por columnas acanaladas, de capiteles compuestos y con decoración vegetal en la base. En el centro hay una figura de san Bernardo de gran realismo, flanqueada por dos escudos con jarrones de azucenas. La fachada está rematada por una pared de ladrillo. En este lugar santa Teresa de Jesús, a petición del obispo don Álvaro de Mendoza, había fundado un convento, que más tarde fue ocupado por religiosas bernardas, de donde toma el nombre. Hasta su traslado a la iglesia de la Compañía, fue aquí donde se veneraba a la Virgen de la Calle.