Palencia Prehistórica

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Palencia es una de las más antiguas ciudades de la península. Su origen se pierde en la prehistoria y entre las leyendas de los pueblos prerromanos. Una tradición afirma que fue fundada por Palatuo, jefe vacceo, hijo de Rómulo Para otros, son los griegos quienes la fundaron y eligieron para ella el nombre de la diosa Pallas, que daban a Minerva.

Es nombrada esta ciudad por los historiadores antiguos (Appiano, Estrabon, Tito Livio) y por los geógrafos y naturalistas (Mela, Plinio). Precisamente Pomponio Mela escribe "clarisimae fuerunt Palantia et Numantia". Las relaciones entre estas dos ciudades, principales dentro de la Celtiberia en las que se centró la mayor oposición a la invasión romana, pueden darnos alguna pista sobre su antigüedad.

Aunque las minorías célticas habían introducido desde antiguo su cultura en la península, los íberos se distinguían bien de los celtas, tanto por su aspecto físico, como por tener una lengua muy diferente, que no era indoeuropea. Así lo reconocían los romanos. Y los nombres ibéricos de sus ciudades, ríos, montañas… permanecieron después de la denominada celtiberización de los habitantes de Iberia.

 

Por ello, creemos que el significado original de la palabra Palencia es ibérico y partiremos para interpretarlo de la forma Palantia, con una sola l, como la nombra Ptolomeo. Así interpretaremos: ibai-lantia > ba-lantia > palantia ‘campos del río’. Pensemos que entre los astures existió la famosa ciudad de Lantia; que hacia los vacceos corre el río Arlanza (antes Aslantia: aitzs-lantia ‘campos de la peña’ y, desde luego, el mismo nombre de Numantia.

 

Es entre los nombres antiguos donde encontramos las casi únicas fuentes para conocer algo de nuestros orígenes. El investigador palentino F. Roberto Gordaliza reconoce un 14% de nombres prerromanos, fundamentalmente de origen ibérico, entre los actuales nombres de lugar de la Tierra de Campos palentina (Cfr. Toponimia Palentina. Palencia, 1993).

 

Estos nombres se fueron latinizando en mayor o menor grado. De la lenta romanización y entrada en la Historia del territorio palentino han dejado muestras los más antiguos autores, como dijimos: el historiador griego Appiano nos cuenta la cruenta emboscada que tendieron los palentinos a las tropas romanas con ocasión de una requisa de trigo; Plinio el Viejo nombra a los Palantini y da cuenta de la existencia de las misteriosas Fuentes Tamáricas en el norte de la provincia; los mejores generales romanos lucharon contra Palantia: Licinio Lúculo en el -151; Emilio Lépido en el -137 y por fin quien la dominó: Escipión el Africano.

 

Los abundantes restos arqueológicos hallados confirman la antigüedad de la ciudad. En el Museo Arqueológico provincial, pueden verse interesantes cerámicas y fíbulas celtibéricas, bronces y terra sigilata vaccea. Pero, son sobre todo los restos romanos los que avalan la importancia de una amplia y profunda romanización. Pujante florecimiento de una civilización de la que son su mejor exponente las posteriores y grandiosas villas romanas de La Olmeda y Cervatos, situadas en la provincia.


 

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