Romanos y Visigodos en Palencia

 

Palencia, al igual que el resto de la meseta norte, no fue dominada por los romanos hasta que no hubieron caído el sur y el este de la península.

Guerra celtibérica (154-133 a.C.):

Cuando los romanos atacaron a los celtiberos en 154 a.C. también atacaron a los vacceos que ocupaban una situación estratégica en el paso del suministro de cereal hacia el territorio celtíbero.

La guerra significó terribles pérdidas para los vacceos: muertes y cosechas destuídas durante veinte años además de la pérdida de indepencia política. Tras la caída de Numancia, Palencia pasó a ser parte de la Hispania Citerior.

Romanización

Los vacceos no se sometieron fácilmente. En varias ocasiones se sublevaron contra el abuso de los gobernantes romanos. En el año 74 a.C. Pompeyo cercó Pallantia y sus legiones incendiaron la ciudad. Pallantia se sublevó de nuevo en plena conquista de las galias por parte de César. En el año 16 a.C. los vacceos volvieron a sublevarse.

Sin embargo la romanización acabó por imponerse. Se construyeron ciudades como Pisoraca, cerca de la actual Herrera de Pisuerga, que debe su origen al establecimiento en sus tierras de la Legión IV Macedónica; Lacóbriga, cerca de la actual Carrión de los Condes; y Pallantia. Hay que distinguir entre la Pallantia arévaca (la actual Palenzuela) y la Pallantia vaccea (precedente de la actual Palencia) rápidamente romanizada y que ya alcanzó importancia a mediados del siglo I.

La sociedad vaccea practicaba un colectivisto agrario que en un principio pervivió. Con el dominio romano mejoró la técnica agrícola y se introdujo la propiedad privada. También se desarrolló la ganadería.

Apartir del siglo II las ciudades decaen y las villas cobran auge. El siglo III destaca por las crisis sociales y el auge de las villas. Se concentra la propiedad y se crean latifundios.

Los siglos IV y V fueron de crecimiento si bien hubo crisis debidas princialmente a las invasiones de los pueblos bárbaros.

Los visigodos

Los visigodos establecieron su reino en tierras hispanas tras la caída del Imperio Romano. Su preferencia por zonas rurales y escasamente pobladas, hicieron de la futura Castilla su territorio por excelencia.

Son de especial importancia sus necrópolis, y entre ellas la de Herrera. Pallantia fue otro importante núcleo visigótico.

La basílica de San Juan de Baños, fundada por Recesvinto es un hito en la arquitectura visigótica.

Bibliografia "Castilla y León: Palencia"