D. P. M. MASTER

 

 

 

 

 

 

Roberto Rivas

Cada mañana

me suicido un poco:

me corto a propósito

al afeitarme.

La ciudad donde vivo

es tan pequeña,

que ni siquiera tiene un millón

de cadáveres.

Tan reducida miseria

no llega,

-sería un consuelo-

a tener quinientos mil

cuerpos putrefactos en sus nichos.

No puedo decir frases

elocuentes,

no oigo gemir al huracán,

ladrar a los perros, ...

No tengo ni cienmil cadáveres

que venderos.

No hay mil, ni cien, ni diez muertos

por decir que fluyo,

( blandamente ),

a la luz de la luna.

Aquí, tan sólo,

-mierda B

un único cadáver

se os queja,...

con sus versos

 

 

 

 

 

 

 

y fin

En primavera también se caen las hojas.

No las hojas de los árboles,

sino las del despertador matutino

y las hojas de los ojos.

También se caen las hojas de la mente

y quedan las aceras inundadas

de putrefactas depresiones.

En primavera también se caen las hojas.

No las hojas de los árboles,

sino las del insomnio y la amargura

y las hojas de las manos.

También se caen las hojas de los besos

y quedan las aceras inundadas

de desesperanzas verdes.

En primavera también se caen las hojas.

No las hojas de los árboles,

sino las de las blancas sábanas

y las hojas de tus muslos.

También se caen las hojas de tus senos

y quedan las aceras inundadas

de subrepticios desamores.

En primavera, ...

también mueren los poetas.

Begoña Renedo

B

a

j

a

s

t

e

hasta el huerto.

Te vi recoger entonces los algodones

las fresas y los quereres de la

tarde sucumbida.

Fijaste tus ojos en mi escondite

sintiendo en los huesos yo todos

los rayos concentrados de un

sol impudoroso que nutría con su

desnudez el rededor: huerto y

amante.

No sabría diferenciar qué

amaba con más elocuencia:

mi vida o tu

d

e

s

n

u

d

e

z

 

 

 

 

 

 

 

No reconozco el rostro humano

bello porque presiento su

deformidad. Las ojeras se hunden

hasta llegar al fondo de los pensamientos donde

sólo habita lo insobornable lo

que al hombre avergüenza corroborar

de sí mismo... y tú...

me pides que engulla todo el

rosa que a mis labios llegue como

si comiera tus labios tuyos para

que las bocas no se me antojen ya como alaridos amotinados que escapan del bozal familiar ... y tú...

no ves que aunque los aullidos no

resuenen como los de antaño

resulta penoso siempre en cualquier

tiempo vivir.

A pesar de tener un poeta

que te enjugue no sólo las

lágrimas sino también tu boca. Que

convierta en gasa

ondas y perfume toda

la desgracia de lo humano

concentrada en un cuerpo

senil.

 

 

 

 

El amor te eleva

tanto tantísimo

que llegas Julieta a

habitar las nubes

inconsciente.

Y cuando quieres beber

no hay labios.

Y amar no hay festines.

No hay musa.

Tus dedillos revolotearán obsesionados

por alcanzar un Romeo terroso entonces.

Ah... el amor: sentencia de

muerte.

Dejarás las nubes en

un salto suicida que te conduzca a una

agonía permanente

en los brazos sin alas de Romeo

en loa brazos malabares de Romeo.

Y si en sus ojos no encuentras

la humedad de la nube habitada darás el

salto último para convertirte f6sil

Julieta.

 

Miguel Ángel Domínguez

1

Dicen que el fondo del mar

es como un cuenco

cubierto de migas de limón y naranja.

Dicen que el Sol deslumbra

a quien osa acercársele

porque es el papá arrogante del Universo.

Pero pocos saben la causa

de su resplandor lozano y duradero,

de su color amarillo anaranjado.

Pocos saben nada de esto,

pero el Sol llega...

llega hasta el fondo y sube.

2

La araña es modista.

Modista de tela de araña

mortaja de ciertos insectos despistados

y hace su traje de faena.

Un traje que nunca lleva.

Ella nunca lleva nada

salvo sus intenciones

Porque es asesina y exhibicionista.

3

Y el Señor apartó las nubes con sus brazos.

Miró hacia abajo y suspiró un ciclón-

 

4

Ha de sacrificar su corazón

-extasiado a veces, contrito desde siempre

no por ser y por su entorno.

Para complacer los encantos

del espíritu de una tragedia.

)O es que no puede triunfar como una canción?

5

Y esas olas que son ya tus caricias

golpearán las rocas de mis miedos

desmenuzándolas en arena que viajarán

por los siete mares en un feliz devaneo

de pasión flotante.

6

Sabes que me apasiona la carne de tortuga,

cariño,

pero no me la des otra vez,

por favor.

Prefiero cualquier otra cosa de más rápida digestión.

7

Me asesinó con la copa de vino en los labios.

Y entorno a mis brazos las vides de sus nutridos racimos crecían.

Con ellos mi espíritu huyó.

8

Tus campos son tan arables como los míos.

(Fantasía ! (Echa raíces en mí!

9

No puedo dormir

-me da la risa-

(Veo tanto al cerrar los ojos!

(Hay tantas imágenes en la vida!

Leo esto.

Lo pienso.

Algo pasa por mi mente

. Estornudo.

Silencio.

)Qué era?

No lo recuerdo.

A veces también las ideas se hacen trizas.

10

El antes es el preludio del hecho

Y el después es el canto a capela del recuerdo.

El hecho debe ser intermedio

de todo un experimento -vida-

que a cerrar los ojos nos lleva.

Ante el después del después.

)O es que allí todo es un viaje hacia dentro?

 

 

 

11

Lo que entra por los ojos

es solo una parte

entonces (tú, ser fascinado !

(dime qué es lo hermoso!

12

Al cerrar los ojos

encuentra la voz de un ser con alma.

Que se reclina en el combate de las olas.

La sensación de humedad le inflama

y es la bendición de un beso

del Huésped del Naufragio

lo que le catapulta al triunfo de la belleza y poesía.

. El líquido fluye y le inunda

sintiendo toda la grandeza del Amo.

13

Lo recordé:

bajaste del tren

y allí estaba yo.

Vestido con un paracaídas de seda

y con un ramo de cactus en las manos.

Te querré a distancia

me dijeron tus ojos.

14

El caracol de la menta

a sus reinos de setas, musgo y champiñones va.

Y una estela de frescor -a su paso- tatúa.

No libre de excentricismo -en la intimidad-

es partícipe de potingues eucalípticos.

Y el espejo envidioso -dentro de su concha-

que no puede estornudar -el eco lo mataría-

de frívolo le acusa.

15

Durante mucho tiempo

me he estado preguntando

en verdad, )quién eres?

Eres soplo de locuras

y tifón de serenidad.

Eres musa de tesón y persistencia

y quimera de belleza.

Cantas y entonas

invocando a las estrellas

y a veces pienso

que lo haces como un ave herida.

Tu cometa se desliza

por el Universo

tras la magia de una eterna juventud.

Y eres volátil como el enigma.

Cuando te miran

buscan adivinar el secreto,

pero no pueden, jamás podrán.

 

Belleza, )qué es?

útil del arte, médium de fantasía.

Belleza, )qué es?

Charada efímera, invento del hombre.

Y me gusta cómo miras,

y cómo respondes,

y cómo te defiendes.

Conquistas fortunas de gozo

y les demuestras que estaban equivocados.

Te has convertido en una esfinge de talentos

-música, ingenio y poder-

disfrazada de paisaje transparente.

Por todo,

y una vez más,

gracias numen de bien amada fantasía.

Sigue cantando

y cuídate mucho.

Porque puede que siempre te esté necesitando.

Porque todo es melodía.

Porque todo es belleza en el ensueño.

Porque a veces todo eres tú.

Y es que he nacido

con un pentagrama tatuado en el corazón.

16

Quiero abrazar al mar:

No sé cómo decírtelo

pero yo quiero abrazar al mar.

Quisiera abrazarle y oír cómo crepita su alma húmeda. Sentir cómo chapotean por sus venas la, ballenas

los tiburones y las medusas.

Quisiera sortear todas las conchas y los imperios de corales. Quisiera jugar con é1 a los tesoros y a los titanics. También quisiera ir hasta el fondo y no tener miedo. Quisiera unirme al mar y ser el espejo del cielo.

También quisiera abrazarle, oyendo el canto de las sirenas, y no morir.

Y es que me gusta el mar :

y sus rocas

y sus grandes cubitos de hielo

y sus carreras de hipocampos

y sus algas

y sus nalgas

y sus piratas hechos polvo.

Quisiera flotar siempre en azul y vivir en eterno devaneo. Quisiera jugar con las cincuenta nereidas a los médicos

y sentir que el mar es el bacanal de las olas.

Quisiera dormir en un tifón y despertarme con kikis.

También quisiera llevar botellas con mensajes de un sitio para otro.

Quiero siempre mar y ser siempre muy salado.

También quiero:

coleccionar anclas,

hundir barcos feos,

dar cobijo a los ríos precipitados,

acariciar los bordes de los continentes

y curiosear en el Triángulo de Las Bermudas.

Quisiera ser como el mar para no ahogarme en mi angustia tanta.

Quisiera ser como él y dormir entre perlas.

Quisiera ser como él y amanecer de día y amanecer de noche.

Quisiera ser como él y que el cielo azulara mi conciencia.

Quisiera abrazar al mar,

perderme en él,

comérmelo con él,

enfadarme como él

y ser como él para no sentirme tan pequeño

en este otro no sé qué.'

 

Rita Ángela Fernández Barrio

Señora, según dicen ya tiene usted otro amante,

lástima que la prisa nunca sea elegante.

Yo sé que no es frecuente que una mujer hermosa

se resigne a ser viuda sin haber sido esposa.

Y me parece injusto discutirle el derecho

de compartir sus penas, sus goces y su lecho.

Pero el amor, señora, cuando llega el olvido

también tiene el derecho de un final distinguido.

Perdón si es que la hiere mi reproche, perdón,

. aunque sé que la herida no es en el corazón.

Y para perdonarme piense si hay más despecho

en lo que yo le digo que en lo que usted ha hecho.

Pues sepa que una dama con la espalda desnuda,

sin luto en una fiesta puede ser una viuda;

pero no como tantas, de un difunto señor,

sino para ella sola, viuda de un gran amor.

Y nuestro amor, recuerde, fue un amor diferente;

al menos al principio; ya no, naturalmente.

Usted era el crepúsculo a la orilla del mar,

según quien lo mire, será hermoso o vulgar.

Usted era la flor que según quien la corta

es algo que no muere o es algo que no importa.

0 acaso cierta noche de amor y de locura

yo vivía un ensueño y... usted una aventura.

Si. usted juró cien veces ser para siempre mía;

yo besaba sus labios, pero no lo creía.

Usted sabe, y perdóneme, que en ese juramento

influye demasiado la dirección del viento.

Por eso no me extraña que ya tenga otro amante;

a quien quizá le jure lo mismo en este instante.

Y como usted, señora ya aprendió a ser infiel,

a mi, así, de repente, me da pena por él.

Sí, es cierto, alguna noche su puerta estuvo abierta

y yo en otra ventana me olvidé de su puerta.

0 una tarde de lluvia se iluminó mi vida

mirándome en los ojos de una desconocida.

Y también es posible ,que mi amor indolente

desdeñara su vaso bebiendo en la corriente.

Sin embargo, señora, yo con sed o sin sed,

nunca pensaba en otra, si la besaba a usted.

Perdóneme de nuevo si le digo estas cosas,

pero ni los rosales dan solamente rosas.

Y no digo estas cosas por usted ni por mí,

sino... por ...por los amores que terminan así.

Pero vea señora, qué diferencia había

entre usted que lloraba, y yo que sonreía,

pues nuestro amor concluye con finales diversos:

usted besando a otro, yo escribiendo estos versos,

 

 

 

 

 

 

 

Viviendo o muriendo

.Surcando caminos que nadie ha imaginado;

Uniendo detalles en el altillo cual marginada;

Soñando brillos, tras estrellas aún inmaculadas ;

velando rincones de una casa apagados;

esgrimiendo la paz de libros empolvados.

Viviendo o muriendo...

Perdiendo amigos que me creen enajenada;

Anhelando amores ,que nunca me han amado;

buscando recuerdos que me hagan desdichada;

Despertando musas inexistentes para no caer desahuciada; Acariciando imágenes queridas de mi pasado.

Muriendo o viviendo.

Enmascarando la desesperación de una suicida;

probando la paciencia de los pocos que me cuidan; Creyendo no ser nunca más luz en la obscuridad;

olvidando lo que queda en la vida de verdad;

Recordando noches inacabadas por un despertar.

Viviendo... o muriendo.

Enrique González

Versos de la ferviente danza de una mano

 

"Las piedras -por excelencia las piedras duras- siguen hablando a los que tienen a bien escucharlas. A cada uno de ellos le dirigen un lenguaje a su medida: a través de lo que sabe lo instruyen sobre lo que aspira a. saber"

André Breton

Tomillar lambisqueado

olor mujeril febril del jardín voraginoso

canta memorias del silente medineo

embalsamados mis hombros por tus manos.

Balaustrada de pestañas

te he buscado al remanso de los objetos del rastro

en el reluciente latón de una aldaba liberada

en las sillas de los cafés

destilé gotas de tu licor más profundo

posos de tu lacerante presencia en aturdidos rostros manoseé el desfile de que figuran en el calendario

he preguntado a las piedras por su murmullo de deshielo

tu caminar se refleja en las bruñidas pupilas del adoquinado tus leves pasos

en el sonido a mar que tiene una lágrima

resbalando por visages azules y castigados

sol no salgas todavía.

Velero lastrado

noctívago zascandileo alrededor de tu recuerdo

la superficie de un lago ondulándose cuando me tiras un ojo yo tú lagartija bote de cristal

revuelo negro y verde delante del violín

voy a desmantelar el marco de tu retrato

para que ande

voy a despojarle de los secos límites de madera geométrica.

De cinco a constelación

me quiero junto al alba y la nube de tu respiración junto a la apariencia resacosa de tu pelo

y ver un brillo en tus ojos todavía crepusculares

cromando el husmear de lo que no separa el aire

y que me digas algo con tu voz cansada

y su hálito de perversión de números

como de un no sé qué de soledad huyendo en arroyos

a veces pienso en ello

en el trabajo de subir los párpados cuando da vueltas el circo

atortolado circo

despistándome del agujero de salida

los suspiros borran las células otoñales y escrotales

del sendero.

Perspectiva Nadja

tu forma de encender objetivamente los cigarros resolviendo el laberinto que forma el empedrado

y tu concentración en los infinitos surcos del aire

que ignaras labran las miradas

pero después

Huesecillos en la bota

tu sonrisa ahogada

el rumor que sale del aire atravesado por el rayo

efímero áurico y despedido

el sabor a copas amalgamadas por el suelo

tu desplegarte en un misterio que me es tan lejano

y yo estaré de nuevo solo

y tú como si participases del secreto de la alquimia

agua aire indefinido fuego

todos los dioses ninguno nada todo

tú hurí

descansábamos

por qué tuvimos que quedarnos dormidos.

Dogal y mana

por qué aquellos rayos de sol atravesando la ventana

en miles de rectas como las que odiamos

como las de las balas

como la distancia más corta entre dos puntos

como las almas escalando al cielo

o la trayectoria de los vasos que caen cuando aún los [ besamos

no

no son como el trazo de notas calientes del saxofón pastando en el remolino de yerba morada

ni como el humo que sale de tu boca

confundiéndose con las volutas de tus vedijas indescifradas formadas por previstas circunstancias

en convocatoria del galanteo con el tiempo.

Ciruela viajera

y que no te importe mi mano

sobre la lontananza de tanta vida desnuda

arropada entonces por la película de mis dedos

y mi afán de libador de labios

pero ahora dejo que corran mis miradas

esquivando onerosos balbuceos inesperados

porque no sé dónde estás

no sé d6nde estás

no me valen alas en un cuento desgarrado

no me vale un tiempo de Selene y lira

ni encontrarte a veces en un sobre con filfas soñadas

ni en el alambicado destello de mi memoria mentirosa

en el lugar donde dormita el silencio

el resignado absorbente y luctuoso silencio

Epílogo o nana sombreada

por qué no te vas de mi boca

por qué no levas el ancla hincado en mi garganta

y respirando te destierre

y por qué encuentro tu sabor a añoranza en otras bocas melancolía

nido de ausencia mis labios se separan

y por qué es tan suave la palabra que te nombra.

 

 

 

 

 

 

Lanza de aire y lava

 

Estoy algo cansado despistado

si me ven sentado en la acera no me molesten

en ese caso disculpen si no les miro a la cara

aunque si escucho sus pasos

desconozco a dónde van o de dónde vienen

desconozco

disculpen si me concentro en la canción de sus andares

en el susurro de olas de pasos

Carezco de sombra alabastrada

de certezas de ladrillos de nervios como alambres

como manifiestos avecindados por mis neuronas

ese colgarse amarillento

me duelen esas piedras cinceladas

como mampostería al otro lado de los ojos

diseccionan la danza sus aristas afiladas

carezco de murallas o avenidas en mi cerebro

por sus circunvoluciones no pasa el camión del reparto

ni el de la basura

todo lo llevan las manos

liberando hilos que se escurren entre los dedos

Tengo recuerdos

alambicados supongo

tengo tendencias manías el peso de los pasos

y el tañido del viento que roza mi cara

más bien tristón

mas bien aromado al podrido que dejan esputos plúmbeos hay hombres circulados por metal

cayéndose en el grito que 1evanta los brazos

hay un quizás en mis palabras ciegas

pero siempre un viento

viniendo de mas allá de las montañas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Zacarías Juan

Estrella de David

Estrella de David

De la noche de los tiempos

mil esperanzas hay en tí

para enterrar los sufrimientos.

Estrella de David

eterno resplandor

muéstrate ante mí

ven a alumbrarme el corazón.

Estrella de David

fiel promesa de amor

Estrella de David

abre mis sueños en flor.

Y conforta mis desvelos

en las noches de invierno

en que un oscuro cielo

nubla mi corazón.

Guía mis pasos inciertos

en los caminos nuevos

que tras la noche insondable

anuncia el orto del sol

Estrella de David

 

 

en tí brilla el valor

del pequeño pastor

que venciera en buena lid.

Confiado corazón

en lucha desigual

con una honda y un zurrón

frente al gigante Goliat.

El filisteo campeón

se burla del pobre pastor

que sin espada ni armazón

invoca el nombre de su Dios.

Así David dio a Goliat muerte

certera piedra en la frente

rayo de ira fulgurante

que al gigante derribó.

Lo flaco venció a lo fuerte (sí!

 

 

 

 

 

 

 

 

Es poco

Es poco lo que luchamos

los corazones que ansiamos

mucho amor

Es poco lo que arriesgamos los corazones cansados siervos de la frustración

Aunque la cruel decepción envenene el corazón del todo no consiguió aplastarnos la ambición de obedecer al amor a la más pura expresión de una mirada encendida al son de una voz amiga a la flor de una sonrisa que acaricia el corazón

Es poco lo que luchamos los corazones hastiados siervos de la decepción

Es poco lo que arriesgamos los corazones anclados en ese ayer que se burló

Que se burló de la flor

que en silencio perfumó

aquella vieja intención

de ser verso y ser canción

de honrar la vida a pulmón

sin escatimar valor

para curar las heridas

y confortar las fatigas

que nos procura, asesina,

nuestra humana condición

(No !; no es poco lo que luchamos

 

El aullido

Moderna soledad

Que nos persigue, nos acecha,

Nos alcanza y nos agrieta el corazón:

La rosa sepultada en la pisada del miedo y de la envidia

Memoria rencorosa

Que te yergues orgullosa

En el centro del jardín del corazón,

Haces que mis ojos se nublen

De rabia y de vergüenza -¡ no más |

 

Hemos mentido, hemos mentido

Y la flor no ha dicho adiós

Y el ángel ya no guarda nuestros sueños

Que rompimos hace tiempo

Hemos mentido, hemos mentido

Y la flor nos ha dicho adiós

Pero nunca es tarde

Tus manos lo saben

Seamos todos juntos artesanos de una tierra diferente

Únete a mi aullido

En una sola voz

En un solo latido

De riesgo, lluvia y sol

Difíciles momentos

No encuentras el río

En donde refrescar

La garganta sedienta

Hombre desterrado

Yo conozco tu llanto

Sé que has caminado tanto

Y aún no divisas el mar

Hombre desterrado

Esta noche mi guitarra

Necesita oír el canto

De tu pecho de cristal

Pájaros perdidos

Con sed de primavera

Forzados de continuo a emigrar:

Batir de blancas alas extenuadas

Atrapadas en la niebla

Tantos corazones ya de vuelta

Abandonados a la inercia

Del no importa, qué más da

¿Quién de entre nosotros es capaz

de dar la vida por un sueño? ¿Quién?

 

 

 

Paula Polo García

Monólogo subterráneo

Siento la niebla

en mi pecho,

se enreda en el silencio

que produce la sangre

en las cloacas

de mi destierro.

Parte de mí,

fue vendada

arrojada a un descampado

de amapolas

cuando cerraba la noche.

Parte de mí,

no me responde.

Tengo paralizado

medio desierto de latidos,

tengo una noche

blanca, silenciosa y amarga

por delante.

Me sostienen

conductos blanquecinos

que me riegan

pero no donde empiezan.

Me cubre

el suspiro de tener la muerte

bajo mi cama

con su risa sarcástica

y mi sudor frío.

Temo que no haya un mañana ;

temo que crean

que he muerto ;

y dejen de besarme.

Que crean,

que me he ido

porque prescindo de cuerpo.

Temo su dolor,

sus futuros,

sus deseos frustrados.

Temo seguir viviendo,

pero no temo la muerte.

Estas sábanas,

sólo sirven para tapar

los restos de lo que fui

mi próxima tortura

sería un espejo.

Verme,

y comparar lo que fui,

lo que soy

y lo que querría haber sido.

Mis lágrimas

toman papel en mis arrugas ;

y mi decadencia

exige

mi última firma.

 

 

 

Gustavo Carrancio Quijano

)Quien Paga?

 

Viento de otoño:

No hay para mi dioses.

No hay Budas.

Shiki.

 

 

 

 

Muro de celda. Sentencia la tiza:

Aal no existir Dios, es lícito todo@

Un rayo se detiene sobre el lodo

sobre el caos que en mi alma enraíza.

Se de la canción, que el aire y el modo

Ignoro, la figura se estiliza

Capricho natural, gruta caliza

Allá donde la eñe cambia al codo.

Y pues somos polvo, que no es ningún baldón

Hallamos en el gesto y en la danza

bálsamo dulce para el mal de corazón.

Enreda miembros, solaz y alegranza

mudado y mudo tace el mundo sin razón

Zompo o cuerdo: Te llegó la venganza.

 

Por favor, más poemas no.

Me duelen los días

desgranarlos, sin saber ni como ni porqué

mis pies sudorosos y hedientes,

y estos andrajos que llevo

desde hace años.

Los jajajás de fin de semana

la intolerancia

y la incomprensión

y estoy cansado

y amuermado

y ya no cabe en mí

más literatura presumida

de esa que sirve para sacar prestigio

y para ser ambiciosoY

( Ambicioso!

 

 

A mi mismo (que no soy Walt Whitman)

Canto, leve la voz, y digo que es hombre,

de corazón, argivo y divino, flor de asedio,

y por demás tierno

de emoción, y se nota, y se advierte

apenas le es dado abrir los ojos.

Cántome, cabellos de capricho, a esa

endeble funda de mi cuerpo débil

conózcome del fuste mil historias

y otras tantas cicatrices

por llevar mejor la cuenta.

Canto a la monodia cotidiana

que me abriga y parapeta

y sentido otorga al sentimiento

y hace alquimia con el aire

y hace de moléculas poema.

Canto a mis pasos, de justa indumentaria,

hasta en invierno,

a ese temerario afán de comprender,

a la proa veleidosa

de este canto rosarial de lunas agotadas.

Alboroto de pardales

de tus labios

de la perpetua memoria, del cristal

de minúsculos clamores

como colores de un poncho

que sobre la piel tiende

el incordio indispensable de la lana.

Canto al ánimo bastante

que me ocupa a duras penas la jornada

a las armas y varones

que hospeda mi corazoncito argivo

y a la Helena imposible

arrojada de mis brazos, débiles cañaverales

tan verdes y baratos.

Como las caricias, y el amor que me sacaron.

Como el cajón donde reposan, vivas y anhelantes.

Como este canto que es cuanto, Yo, que guardo.

 

 

Alberto Inerte

A Paraíso A

Hoy volveré a enrevesarme en ti (una vez más)

y cada cristal que tus ojos hilen

ha de arrancarme una caricia,

tan tierna

como

pionera.

Ya sonrío a tus manidos tesoros

y así pruebo a destaparlos otra vez...

... sólo quiero

llenarte

con delicadeza, con suntuosidad

y arrojarme después,

redescubrir el vacío.

( que nunca hubo miel que cien aguijones

no valiera)

De mis llagas brota la sangre del desaliento...

Este consuelo mortifica mi alma,

pero descansa hasta el último nudo de mi envoltorio...

.......Más tarde, el deseo, cadáver esperará ....

... y quedaré tranquilo,

y no necesitaré lamer ningún otro cristal tuyo

para mantener templada mi funda,

para dejarte mis caricias...

Sin desolación,

nada me aísla...

... y este paraíso es tan reconfortante...

... como inevitable.

 

 

 

 

 

 

" Inercia sin ser. Diálogos del ego. "

 

 

Nunca me he reído tanto como para mirarme al

espejo y verme desaparecer.

Siete mil cruces me esperan en los montes

de Sao Paulo.

Tampoco lloré lo suficiente como para

Salinizar mi sombra.

Y aún me esperan las siete mil CRUCES.

Es tan sencillo perder, ( que de odio, renacería !

Y allí, en aquellos parajes lejanos,

todavía me esperan.

Mi alma se tambalea al filo del ocaso,

soñando futuro recuerdos.

Son tierras donde habito. Tierras distantes

del alba.

Tierras llenas de CRUCES.

Y aún hoy me acerco al espejo, por contemplar si

ya no refleja nada.

 

"

 

Devenir en imagen "

Como muere el exegeta en el desierto,

así verso mi vida al vacío,

por esperar no recordar ya más mi parvedad.

Y aún reposo mi imagen en el agua

por ver mis nivosos cabellos

despertarme de nuevo el sentimiento de vivir ajeno al ego.

Y las ondas

distorsionan en la preciada superficie

aquella imagen que tanto odié poseer.

Y por más que observo,

jamás me hundo en ella

tanto como para desterrarla lejos de mi propia frente.

Si al menos pudiera por un instante

no alcanzar la exactitud,

la ingravidez

de lo que veo en el agua,

dejaría llenar la imagen

de la opacidad:

y con violencia inusitada,

reposaría mi cuerpo, una vez atravesada.

Y así ya, la permitiría desfigurarse;

soltar cada uno de sus látigos blancos y fríos,

despedir todas sus resquebrajaduras,

partir la inexpresión de su boca

y deshacer la falta de profundidad de sus ojos,

dejando caer de estos los pétalos de sangre.

Y al partir,

bajo el agua sonreír a la nenia que ella me brinda

y sentir como arriba,

en la preciada superficie

al fin las ondas inhumaron

todo resto de aquella imagen que tanto odié. "

 

 

ADirigidos@

Eclipsados los ojos,

desboqué mi alma a esta nueva vida;

agudizando cada uno de los otros sentidos;

inhalando todos los universos circundantes.

Movimientos nerviosos psicomotrices

dirigidos.

En negro.

El olor de la ceniza

El dolor de la ceniza (sabe que jamás volverá a arder).

Despertad.

Que cada célula se vacíe,

que vierta su ego sobre todos los universos.

En negro.

Dirigidos.

Movimientos nerviosos psicomotrices.

Despertad.

Y calor, mucho calor.

Que cada célula se vuelva a llenar,

que absorba el ego de cada universo,

inhalando.

Agudizando cada uno de los sentidos,

eclipsando los ojos.

Y calor, mucho calor.

Despertad.

Que cada célula altere la nueva vida.

En negro.

Universos sin ego.

Inercia.

Y calor, mucho calor.

De la ceniza, crece el viento.

Agudizando cada uno de mis otros sentidos,

eclipsados los ojos.

Despertad.

En negro.

Dirigidos.

Que cada universo rechace su vida,

expirando;

agudizando cada uno de los otros sentidos.

Movimientos nerviosos psicomotrices.

Eclipsados los ojos,

universos sin ego:

despertad.

Dirigidos.

En negro.

 

 

 

 

 

" Mortificándome "

 

He llenado ya mil hoyos de vacío

y aún así mi alma no mengua;

y todas las balsas de odio que por ella pululan

no sirven sino para amedrentar cualquier otra pasión

que no sea la mortificación misma

de todo deseo ajeno a la muerte y su redención.

Suprainfirmación, virtualidad... fanatismo...

la creación de la soledad del hombre

y la vuelta al "Principio".

y más balsas que nadar...

Y todavía te ríes si buceo a buscarlo

y aún lo harías más si lo hallara

pues para tí es tan lógico

que jamás lo hubieras cuestionado.

No está en mi realidad.

No creo que viva ahí afuera.

y más balsas que nadar...

sin compás de espera

sin salto a un nuevo dilema

sólo llenando... llenando de vacío...

los orígenes de todo universo,

la raíz pura de tanta existencia y coexistencia;

y todo aquello una y otra vez...

)Eres ajeno al ego?

(DIME! :)Eres ajeno al ego?

((( MORTIFICÁNDOME !!!

Uno dos...uno dos...uno dos...

Javier Martín "invex"

J.M. Y SUS EXTRAÑAS

FORMAS DE RELACIONARSE

 

 

 

EL ORIGEN DE MIS PROBLEMAS GÁSTRICOS

Tu identidad no es

más que una excusa:

podrías llamarte de

cien formas distintas,

y seguirías siendo

la misma ausencia,

el mismo nudo

en el estómago.

Ya me atormentas

y aún no te conozco...

 

 

 

UMBILICAL LOVERS

 

Unidad y unicidad.

Tu ombligo

como un personaje

de leyenda.

Vértice

de todo aquello

que queda más allá

de nuestro

alcance.

 

 

REGIONAL EXPRESS

Rápido.

No hay tiempo

que perder.

Quiero vivir este amor

con prisa,

por si acaso

no llegara nunca

a producirse.

IMPACTO VISUAL

Hay rostros

que comunican

sólo con la mirada,

o con un movimiento

de la boca.

Hay rostros

como el tuyo

que me dan

de puñetazos

en los ojos.

 

 

DOBLE CURVA A DERECHA E IZQUIERDA

Con el alcohol

que llevaba encima,

bastó el rítmico

vaivén de tus caderas

para que perdiera

el equilibrio.

No te muevas más

o acabaré observándote

desde la horizontal.

 

 

Inés Sofia Hidalgo

 

LA CARTA

(A M. Murphy)

Contengo la respiración en espera

de cada nueva carta tuya

cual pez que, confiado,

picó el anzuelo y suspendido

en el aire no anhela ya

que le devuelvan nunca

al agua de su río

e hiberno así,

durante meses, sin tu oxigeno

Mas cuando al fin recibo

tu carta nueva dedicada a mí

regreso entre sonrisas

a la humedad

de tus saladas aguas

del océano Atlántico

que con sus olas nos enlaza,

a la agitación y al púlpito

de la vida submarina

navegando, sin timón,

entre burbujas, por tu sangre.

 

 

EL RECUERDO Y EL OLVIDO

(A Grisha German)

Te recuerdo

desde la lejana

horizontalidad

del tiempo.

Desde la terrible

dimensión lineal

irreversible

que olvidó en ti

lo anecdótico

para guardar en mí

tu identidad.

Aquellos ojos de locura

como criptas

azules, abiertas

con un guiño de vida,

con un destello de aventura.

Te olvido

Asomada

a la nueva perspectiva

del camino.

Esa terrible

dimensión cautiva

irresistible

que olvidará en ti

la vida

para guardar en mí

lo anecdótico.

Lo que no importará ya

Sólo tu alma

la Nada

Nada

más

 

 

 

Francisco Javier Rodriguez del Burgo

( a todas y a ninguna )

 

 

 

 

 

su cuerpo

como un terrible grito a lo prohibido

como una llamada a lo desconocido

motivo de mi concupiscencia

su cuerpo

diáfano objeto de deseo

de la aventura carnal

y su ausencia

muerte sin rigidez

espacio para perderse

que siempre pierdo

 

 

 

 

 

que ya vi

que me utilizas

que no hay amor

que ya sé

que no te entiendo

que creo

que no necesitas

que resbale en tu cuerpo

que ya no dice nada

 

ya vi que

me utilizas para que

consiga que

te corras

creo que

ahora te entiendo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

fui

abanderado de nada

y ahora

que todo es vacío y silencio

recuerdo

haber clavado una bandera

en tu centro

 

 

 

 

Hay un hombre muerto

En mi cama

Mientras ojeo una revista.

Yo me pregunto

Por el estado de la bolsa,

Él sigue impasible.

Está tan muerto

Como los años que perdí

En la facultad.

Intento reanimarle

Sin conseguirlo:

No cabe duda,

Está muerto;

Muerto como todas

Mis amantes.

Cierro la revista

Y abre un ojo,

Me duermo

E intenta estrangularme.

Otra vez la poesía

Nos separa.