ARTE POPULAR Y DEVOCIONES
Junto al culto divino, en los principales
momentos del tiempo litúrgico y manifestado en la consideración de
los diversos misterios de la fe católica, la Iglesia favoreció
desde siempre la veneración a la Virgen y a los santos. Cada
localidad, cada comarca, cada región, tuvieron y tienen sus
devociones particulares, además de las generales de la Iglesia.
La intercesión a un santo determinado para la
curación de dolencias físicas o para la obtención de un favor
especial, así como las tradicionales atribuyéndole algún suceso
milagroso, fueron ampliando la nómina de santos o de advocaciones
marianas a las que se rendía culto en cada lugar. Además, desde la
Baja Edad Media la aparición de las cofradías asociaciones de
fieles unidos por una devoción común o pertenecientes al mismo
gremio u oficio-, multiplicó el culto a determinados santos. Las
cofradías podían ser sacramentales, es decir, dedicadas a venerar
el Cuerpo Sacramentado de Cristo; marianas, que veneraban a la
Virgen en alguno de sus Misterios, y gremiales, que honraban al
Santo Patrono de la profesión.
Mención aparte merecen las cofradías
penitenciales que, influidas por el franciscanismo y en Castilla
además por las predicaciones de San Vicente Ferrer y sus
discípulos, surgieron para rememorar la Pasión de Cristo, con
actos públicos de disciplina (disciplinantes o flagelantes) que
durante la Semana Santa sacaban en procesión a las calles de
nuestros pueblos y ciudades imágenes alusivas a un momento de la
Pasión, los "pasos".
Todas estas cofradías encargaban a los artistas
la imagen principal de su advocación y otros objetos de culto. No
siempre las imágenes encargadas podían tener la calidad de las
similares, que en ocasiones se copiaban, de las ciudades importantes
del reino, e incluso se llegaba a recurrir a artistas de poca
experiencia o simplemente al buen hacer de un vecino sin
cualificación. Aparece así la manifestación popular del arte
religioso. Imágenes ingenuas que representan los sentimientos de
los fieles devotos y que a ciencia cierta para muchos de ellos
tuvieron el mismo valor que las de los afamados artistas.
Una típica manifestación popular son los
llamados "exvotos", imágenes en escultura o en pintura
que reflejan el favor concedido por Dios, la Virgen o el Santo, al
devoto que lo solicitó y que en agradecimiento hace representar el
suceso o la figura de lo sanado y los dona a la iglesia o capilla
donde el benefactor tiene devoción.
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