MUSEO DE SANTA MARÍA - BECERRIL DE CAMPOS
 
 
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ARMADURAS DE MADERA


Entre los valores artísticos de la iglesia de Santa María destacan sus restos conservados de techumbres de madera, un elemento característico d e la arquitectura mudéjar de los que la provincia palentina ofrece ejemplos notables. La restauración del edificio ha permitido que asomase a la luz el artesonado de la nave central -típica armadura de par y nudillo-, que permanecía oculto por una bóveda de ladrillo del siglo XVIII, cuya construcción supuso en su día graves daños al cortar la zona central de la armadura original.

Se trata de una típica armadura de par y nudillo -por tanto de forma trapecial-, cuya parte central, horizontal al suelo -almizate-, hoy desaparecida, se decoraría con lazos, formando en su centro estrellas de a ocho. No obstante, la parte más interesante y mejor conservada de la iglesia en lo que se refiere a sus carpinterías es el coro, situado a los pies de la misma, con su policromía casi intacta. Está formado por un alfarje -o armadura plana- en el sotocoro, que cubre el espacio de la nave mayor y dos salientes laterales con tablas decoradas por motivos vegetales en rojo y azul.

Sobre una viga sostenida por dos columnas de piedra corre el frente del alfarje, lo más espectacular del mismo, estructurado en dos pisos, con una fila inferior de canes lobulados y en la parte superior otros en forma de cabezas de animal talladas -toros y perros-, con rostros burlescos de bocas abiertas, alternando machos y hembras, que se convierten en la parte interior del sotocoro en cabezas masculinas -con barbas y bigotes- y femeninas -algunas adornadas con collar-, separados por tabicas florales, hojas entrelazadas, leones y castillos.

La parte delantera de este frente de alfarje, situada sobre los dos pisos anteriores, consta de canes de mayor tamaño, la mayoría tallados con cabezas de seres humanos, alternando rostros masculinos y femeninos, estando las tabicas colocadas entre ellos decoradas con motivos similares a los anteriores. La misma estructura y decoración se repite en los dos laterales del coro.

Por las características del trabajo y por las vestiduras de los personajes, la obra de carpintería del coro debería fecharse en los inicios del siglo XVI, siendo posterior a la techumbre de la nave central, que ya estaría acabada a principios del XV

También cabe reseñar los alfarjes -aunque renovados- del pórtico exterior de la iglesia, pertenecientes a la segunda mitad o fines del siglo XVI, destacando el tramo situado sobre la puerta, que conserva una bella armadura de ochavo en cuyo centro pende una piña.

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Última actualización: FEBRERO de 2002