EL PÚLPITO
El papel jugado por los púlpitos en la liturgia de la iglesia
católica, tras el Concilio Vaticano II y la reforma de la Liturgia,
prácticamente ha desaparecido y en la actualidad no se utilizan. Su
función la han sustituido atriles situados en un lateral del altar
mayor, y la moderna megafonía. Pero durante siglos el púlpito o
los púlpitos, ya que en catedrales, colegiatas y grandes iglesias,
solla haber más de uno, fue el lugar desde donde se predicó la
doctrina de la Iglesia y se dirigió la liturgia.
Solían estar formados por una pequeña plataforma rodeada de un
antepecho, el ambón propiamente dicho, y un dosel sobre ella que
impedía la pérdida de la voz hacia las bóvedas, por lo que
recibía el nombre de tornavoz. El púlpito se encontraba elevado,
dominando generalmente la nave de la iglesia, y se accedía a él a
través de una escalerilla. Aunque los hay de obra, especialmente
los antiguos, a partir del siglo XVI se construyen en madera, hierro
forjado o de ambos materiales.
Al igual que ocurre en otras localidades de Tierra de Campos,
como en las cercanas Amusco, Támara o Villalcázar de Sirga, la
iglesia de Santa María posee un púlpito gótico mudéjar.
Está realizado en yeso y decorado a base de claraboyas, óvalos,
semicírculos y otros motivos típicos de las obras mudéjares en
nuestra tierra. De forma poligonal, no se conserva el tornavoz, si
es que lo tuvo, y su decoración se ciñe a los cinco paneles
exteriores del ambón. Algunos de estos paneles guardan cierta
semejanza con los del púlpito de Támara. En la base de los paneles
lleva una inscripción que recorre el conjunto y que desvela la
autoría de esta obra: "alonso martines de carrion me f".
Se trata del yesero Alonso Martínez de Carrión, del que se conocen
otras obras en la provincia, entre las que destaca el sepulcro de
los Sarmiento en la capilla de esta familia en el antiguo monasterio
de San Francisco de Palencia. Es obra fechada en los últimos años
del siglo XV o comienzos del siglo XVI.
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